Entre el realismo y el anime: mi forma de entender el color

Siempre me ha fascinado el color.
Desde pequeño, me pasaba horas dibujando personajes de anime y probando mezclas imposibles con los lápices. Años después, cuando descubrí el tatuaje, entendí que el color podía ir mucho más allá de lo que había imaginado: no solo servía para rellenar, sino para dar vida, emoción y profundidad a la piel.

Hoy, en el estudio de Manlleu, mi trabajo se mueve entre dos mundos que me apasionan: el realismo y el anime. Dos estilos que parecen opuestos, pero que en realidad se complementan mucho más de lo que la gente cree.


El color como lenguaje emocional

En el realismo a color, el reto está en conseguir tonos naturales, luces suaves y transiciones que se sientan vivas. No se trata solo de copiar una fotografía, sino de interpretarla: decidir qué saturar, qué desvanecer, qué destacar para que el tatuaje no sea una copia plana, sino una versión más intensa que funcione en la piel.

En el anime, en cambio, el color habla de energía y carácter. Cada tono representa algo: la luz, la emoción, el poder del personaje. Aquí no hay reglas fijas, y eso me permite jugar con contrastes fuertes, sombras exageradas y colores vibrantes que, combinados con técnica realista, logran ese equilibrio entre fantasía y realismo que tanto me motiva.


Cuando la técnica y la emoción se encuentran

A veces me preguntan si prefiero el realismo o el anime.
La verdad es que no puedo separarlos.
Cuando trabajo un tatuaje de anime, aplico recursos del realismo —luces, volúmenes, texturas— para que el diseño se sienta más vivo.
Y cuando hago realismo, no puedo evitar dejarme llevar por los colores intensos y las atmósferas que aprendí del anime.

El resultado son tatuajes con una identidad propia: ni puramente realistas ni totalmente ilustrados, sino algo intermedio, donde cada color tiene una intención y cada detalle, una emoción.


El secreto: observar, mezclar y disfrutar

Cada tatuaje es un pequeño experimento.
Observo cómo se comportan los pigmentos, cómo reacciona la piel, cómo evoluciona con el tiempo.
Y lo más importante: sigo disfrutando cada mezcla, cada degradado, cada sesión.

Para mí, el color no es solo una herramienta técnica. Es una forma de contar historias.
Y en cada pieza, busco que quien la lleve sienta que lleva parte de esa historia también.


🖤
Jordi Estrella Tattoos
Tatuajes realistas y de anime – Manlleu, Barcelona.

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